La expansión de tierras agrícolas representa el 90% de la deforestación global, contribuyendo significativamente al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad, lo que, a su vez, amenaza el cultivo de materias primas clave.
En respuesta, la Unión Europea ha introducido el Reglamento de Deforestación (EUDR), cuyo objetivo es garantizar cadenas de suministro libres de deforestación. Este reglamento exige que las empresas que procesan o comercian cacao, café, caucho, aceite de palma, ganado, madera o soja aseguren que sus cadenas de suministro no estén vinculadas a la deforestación. Esto implica que los materiales no pueden provenir de terrenos donde los bosques hayan sido despejados o alterados permanentemente. Las empresas deberán cumplir con estos y otros requisitos antes del 30 de diciembre de 2025.
Impactos ambientales y sociales del cultivo de cacao
En los últimos 30 años, más del 65% de las selvas tropicales de Ghana y el 90% de las de Costa de Marfil han sido taladas. Solo entre 2000 y 2019, 2,4 millones de hectáreas de bosque se convirtieron en plantaciones de cacao en Costa de Marfil. Esta deforestación forma parte de un ciclo vicioso: en muchos países productores, el cultivo de cacao es la principal fuente de ingresos para 6-7 millones de agricultores. Sin embargo, el precio fluctuante del cacao a menudo deja a los agricultores sin ingresos suficientes para practicar una agricultura sostenible. La transición hacia prácticas agrícolas más diversas es esencial para preservar la calidad del suelo y evitar más pérdidas de selva tropical.
La deforestación también causa una pérdida significativa de biodiversidad y reduce la capacidad de la Tierra para absorber CO₂, ya que los árboles talados liberan el carbono almacenado. Esto impulsa las emisiones de CO₂ y acelera el cambio climático. Las sequías resultantes y las lluvias impredecibles dejan tierras agrícolas inutilizables, agravando aún más el ciclo.
En 2021, aproximadamente 1,5 millones de niños trabajaban en el cultivo de cacao, un problema que el EUDR también busca abordar. Según la normativa, las empresas deben demostrar que en sus cadenas de suministro no se emplea mano de obra infantil y que se respetan las leyes locales.
El cacao como «commodity”
El cacao es una de las materias primas más comercializadas, con la UE como el mayor importador mundial. Se cultiva en regiones tropicales de África, Centro y Sudamérica, y Asia, siendo África Occidental, especialmente Costa de Margil, Ghana y Camerún, responsable de más del 65% del suministro mundial. Una vez cosechado, el cacao se transforma en masa, manteca o polvo, utilizados en productos como el chocolate.
La industria alimentaria es el sector más vinculado al cacao, presente en productos como tabletas de chocolate, repostería y bebidas como el chocolate caliente. Por ello, las empresas alimentarias deben cumplir con los requisitos del EUDR.
La manteca de cacao también se utiliza ampliamente en productos cosméticos como cremas, lociones y bálsamos labiales, lo que implica que las empresas de la industria cosmética también están sujetas a la normativa.
Diligencia debida en las complejas cadenas de suministro del cacao: La importancia de la recopilación de datos
Un desafío relevante para las empresas que deben cumplir con el EUDR, como los fabricantes de chocolate, es obtener datos precisos de la cadena de suministro. La complejidad de las cadenas de suministro de cacao dificulta rastrear el origen de cada grano. Normalmente participan en el proceso muchos intermediarios, y los granos de distintos pequeños agricultores se mezclan, lo que complica aún más la trazabilidad.
Sin embargo, las empresas deben cumplir con sus obligaciones de diligencia debida relacionadas con estándares legales, de derechos humanos y ambientales. Esto incluye garantizar precios justos para los agricultores de cacao, permitiéndoles ganar un sustento y cultivar de manera sostenible.
Para cumplir con los requisitos del EUDR, las empresas deben seguir estos tres pasos clave:
- Recopilar evidencia que demuestre que los productos son trazables, libres de deforestación y que no implican cosecha o comercio ilegal.
- Realizar un análisis de riesgos integral.
- Implementar medidas de mitigación si se identifican riesgos, como auditorías a proveedores o programas de formación.
Soluciones de osapiens para el cumplimiento del EUDR
osapiens ofrece una solución de software basada en la nube que ayuda a las empresas a cumplir con el EUDR. El osapiens HUB for EUDR facilita el análisis y la gestión de riesgos al utilizar inteligencia artificial para evaluar los riesgos de deforestación. Esta plataforma centraliza todos los datos de los proveedores, haciendo que los procesos sean más eficientes y automatizados.
Más allá de la gestión de datos y la transparencia en la cadena de suministro, osapiens también ofrece automatización de procesos y asegura documentación de datos conforme a la ley. Además, osapiens permite la integración entre soluciones para diferentes regulaciones, lo que ayuda a las empresas a capitalizar sinergias.
Fomentando el cultivo sostenible de cacao
Para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del cultivo de cacao, todos los participantes en la cadena de suministro deben tomar medidas. Las empresas de la UE que importan cacao o procesan productos derivados del cacao deberían priorizar métodos de cultivo sostenibles. Un sistema agrícola diversificado, como la agroforestería, es esencial. En estos sistemas, los árboles y los cultivos se benefician mutuamente, aumentando la resiliencia al cambio climático.
Para los agricultores, la agroforestería ofrece beneficios extra, ya que pueden cultivar hierbas, frutas y verduras junto al cacao. Esto mejora la sostenibilidad ambiental al tiempo que proporciona una fuente diversificada de ingresos para las comunidades agrícolas.
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