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Jessica Hollfelder
AutorCategorías asignadas
- Supply Chain
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Transparencia climática como requisito legal
Desde el 12 de junio de 2025, calcular la huella de carbono ya no es una opción en España: con el Real Decreto 214/2025, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se convierte en una obligación legal para numerosas empresas. El objetivo es claro: lograr una trazabilidad precisa de las emisiones y convertir los datos en acciones concretas de descarbonización.
Este decreto regula el cálculo, la inscripción y la actualización de la huella de carbono de una empresa, así como las estrategias de compensación y proyección de reducción de emisiones. Las organizaciones afectadas deben reportar anualmente sus emisiones directas e indirectas, según metodologías reconocidas como el GHG Protocol.
El Registro oficial de la huella de carbono
El Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono no es nuevo. Fue creado en 2014 con carácter voluntario, pero ahora adquiere un papel vinculante para muchas organizaciones. A partir de ahora, la información registrada se convierte en un instrumento esencial de las políticas climáticas del país y en una señal de transparencia ante inversores y la sociedad.
El registro consta de tres componentes:
- Cálculo de emisiones (huella de carbono),
- Compensación (por ejemplo, mediante proyectos forestales),
- Proyección de medidas de reducción.
Un paso decisivo hacia la estrategia CCF
El decreto refuerza la ambición climática de España en el marco del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y anticipa futuros requisitos europeos. Se alinea con las iniciativas del Corporate Carbon Footprint (CCF) a nivel de la UE, así como con la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y la Taxonomía de la UE. La medición de emisiones deja de ser un ejercicio técnico aislado para convertirse en pilar estratégico de sostenibilidad empresarial.
¿A quién afecta?
Están obligadas principalmente las empresas establecidas en España que superan determinados umbrales de facturación o plantilla. El enfoque inicial se centra en emisiones de alcance 1 y 2, pero progresivamente se espera incluir también las de alcance 3. Estas deben calcularse con rigor metodológico y mantenerse auditables, ya que formarán parte de la base de datos estatal para políticas públicas y ayudas futuras.
El reto operativo para las empresas
Muchas compañías carecen hoy de las herramientas necesarias para capturar y consolidar sus emisiones de forma eficaz. A esto se suma la dificultad de integrar datos procedentes de distintas fuentes internas y externas. Las empresas que no han empezado a medir su huella, deben actuar con rapidez para evitar sanciones y asegurar su cumplimiento normativo.
Cómo osapiens impulsa la transparencia climática
Con el osapiens HUB for Corporate Carbon Footprint (CCF), las empresas pueden automatizar el cálculo de su huella de carbono, consolidar datos en tiempo real y generar informes conforme a las normas regulatorias. Nuestra plataforma integra datos a lo largo de toda la cadena de valor y permite realizar análisis dinámicos que facilitan la toma de decisiones estratégicas. Más allá del cumplimiento, las organizaciones logran eficiencia operativa y reputación climática basada en hechos.
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